Luego de más de 2000 años, y entrando en materia de la realidad política-económica de nuestro país, Ecuador, la conceptualización de aquella frase histórica, el Presidente de la República parece utilizarla regularmente  en sus políticas de “revolución”.

De esa mabera evitará que el pueblo lo califique como responsable  del encarecimiento de algún servicio público o básico.  

Me voy a referir directamente a las competencias de tránsito que en la actualidad están en transición hacia los GAD municipales; pareciese una epopeya, pero es la realidad. 

El Estado en nombre de su Presidente Constitucional quiere “lavarse las manos” y no ser responsable de los incrementos a las tarifas de transporte público que se vienen proponiendo desde hace varios años. 

Sabemos históricamente que el pueblo no soporta que le “metan” la mano a sus bolsillos, prueba de aquello están los diferentes golpes de Estado que se han desarrollado en el Ecuador.

Pero el análisis de la importancia política y social de los subsidios que brinda el Estado ecuatoriano a algunos insumos básicos será parte de análisis en un próximo artículo. 

El país ha vivido en los últimos años una estabilidad en el valor de los pasajes públicos debido a la baja inflación generada por el dólar y a otros factores socio-económicos, no es menos cierto que las tarifas deben de ser revisadas, ya que los precios de los repuestos e insumos se han disparado, sumado al  alza de la calidad de vida. La última actualización de las tarifas se dio en el año 2003, en donde el transporte público subió de 18 a 25 centavos de dólar; dado los antecedentes se debe exigir que los transportistas mejoren el servicio en todos los aspectos.

Deben mantener unidades de primer nivel y ratificando el subsidio para los discapacitados, adultos mayores, niños y estudiantes, generando comodidad y seguridad a los usuarios de éste importante servicio en el país.

Los lineamientos para la entrega de las competencias a los GAD municipales deben estar claras, señor Presidente.

A todos los ciudadanos y ciudadanas nos queda interrogantes sobre: 

¿Se mantendrán los subsidios a las tarifas, ¿los GAD municipales están preparados técnica y económicamente para asumir las competencias del tránsito en las ciudades.

Y lo más importante, ¿qué más obligaciones constitucionales históricas del Estado Ecuatoriano pasarán a terceros?¿Será que deslindarse de responsabilidades le dará más años en el Poder?  

Sólo el tiempo lo dirá.