El comisario municipal, Jeferson Ordóñez; y el coordinador de Ambiente, Melvin López, realizaron una inspección de los trabajos que se cumplen para habilitar este camposanto, en cuanto al mantenimiento y adecentamiento.

Según mencionaron, esperan que para este 1 de noviembre ya se pueda recibir a las miles de personas que llegarán de diferentes lugares de Paján y de otras ciudades para rezar y visitar a sus familiares difuntos. 

COLAPSADO. Durante un recorrido por el lugar se pudo comprobar que en una extensión de 20 metros cuadrados existen más de 20 tumbas, unas de madera  y otras de cemento. 

Según Vicente Franco, panteonero municipal, el lugar tiene más de 100 años y ya no hay cabida para más cadáveres. 

Ernesto Cevallos, del sector rural de Caña Brava, llegó ayer a limpiar las tumbas de sus familiares (en este cementerio tiene a sus padres, a su esposa y a una tía).

Cevallos recuerda que en 1980 compró el lote de casi 20 metros cuadrados, por el que pagó en ese entonces 160 sucres. 

“Ahora no hay cómo morirse, un pequeño pedazo de tierra cuesta cientos de dólares”,  recalcó.

NUEVO CEMENTERIO. En el año 2000 se construyó un nuevo camposanto al lado del actual. Sin embargo, antes del 2005 y  producto del invierno su estructura se destruyó y tuvo que ser remodelado.

Desde ese entonces no ha existido mantenimiento ni se lo ha utilizado.

En este cementerio, que comprende más de una hectárea de terreno, hay una pequeña capilla, un lugar de descanso y baterías sanitarias, las cuales se encuentran totalmente abandonadas.

Maquinaria y personal del municipio se encuentran trabajando para habilitar este nuevo camposanto, que, a decir de las actuales autoridades locales, estaría siendo utilizado para acoger a los difuntos a partir del 2015, ya que en el presupuesto de este año no está contemplado un rubro para habilitarlo.