Marcelo Véliz, gerente de la empresa Portovial; y Abel Gómez, presidente de la Unión de Cooperativas de Transporte de Pasajeros de Manabí, lo confirmaron ayer. Además indicaron que no se permitirá paradas en la América. “Los buses saldrán de la terminal con seguridades que serán levantadas al llegar cerca al Ministerio de Agricultura, donde se proyecta instalar una parada”, dijo Gómez.

EXENTAS. La decisión no incluirá a las cooperativas Los Ángeles e Higuerón, que se considera cumplen recorridos urbanos que sirven a sectores cercanos a la ciudad. Cada una de estas cooperativas tiene 14 unidades de transporte y continuarán circulando por la calle Quito, indicó Véliz.

Tampoco se contempla a la cooperativa Crucita, que ingresa por la avenida Universitaria para tomar la Reales Tamarindos y seguir por la Ramos Iduarte, Quito, Córdova, puente El Salto hacia la terminal terrestre, dijo Gómez.

PLAN. Conversamos con los transportistas y tienen la predisposición para aplicar la nueva ruta, obviamente se trata de un estudio provisional hasta que se cuente con el plan de movilidad, cuyos estudios serán contratados, señaló el gerente de Portovial al indicar que “el alcalde y el directorio de la empresa tienen la última palabra”.

Según los términos de referencia, el plazo de ejecución de los estudios será “entre ocho a diez meses a partir de la firma del contrato y entrega del anticipo”, dijo Véliz. Él desconoce el valor de los estudios porque “eso lo maneja la dirección de contratación pública”.

RETORNO. Abel Gómez dijo que ellos han planteado que el retorno, en cambio, sea por la Ramos Iduarte hasta la avenida Manabí hacia la Quito, Córdova, puente El Salto, terminal terrestre “para descongestionar momentáneamente el tránsito”.

Esperamos tener lista la próxima semana nuestra propuesta para reunirnos con el municipio y llegar a acuerdos, afirmó el presidente de los transportistas.

USUARIOS. Sergia Zambrano, quien viaja constamente desde Riochico hasta Portoviejo para atender asuntos personales, dijo que ir a la terminal a tomar el bus le significará más gastos. “Se va a hacer difícil”, dijo la señora que esperaba el bus de la cooperativa Rocafuerte para dirigirse a su domicilio.

Mientras que Jorge Luis Vélez, propietario de la panificadora “El Gato”, en la calle Quito y Ricaurte, se mostró preocupado porque bajarían las ventas. “Mientras espera el carro, el cliente va llevando el pan”, indicó.

Ambos se mostraron a favor del ordenamiento de la ciudad, aunque eso les afecte en sus economías.