Una reciente y original información internacional relacionada con el café motiva referirnos a la importancia de la incorporación de valor a los productos primarios que los países en vías de desarrollo exportan. Datos estadísticos señalan que Estados Unidos, Alemania, Italia y Suiza, que importan el 48% del grano del mundo, una buena parte lo auto consumen pero otra la reexporta en distintas formas, dejando inmensas utilidades a las empresas que lo mercadean, destacándose que Suiza, siendo el menor importador de los cuatro, es el que más recursos ingresa a sus arcas por concepto de ventas del producto procesado en formas y marcas altamente publicitadas. Es el caso que mientras Ecuador exportó 85.605 toneladas el año 2012 a un valor unitario de 3.816 dólares, Suiza, que no tiene ni un solo árbol, facturó 41.300 dólares por la tonelada de llamativas cápsulas solubles de cinco gramos, listas para convertirse en café expreso.