La superdotación y las altas capacidades son conceptos todavía controvertidos respecto de su significado, sin embargo se trata de un término que se utiliza para designar a aquellos niños que poseen una alta inteligencia. Magaly Ponce Gómez, psicóloga de la unidad educativa Latinoamericano, comenta que antes de hablar o tratar de encasillar a un niño con el término “superdotado” se le debería hacer un test para conocer sobre el verdadero coeficiente intelectual. 

El test de Raven es el más utilizado en estos casos. Para catalogar a un niño con alta capacidad intelectual, en cualquier test que se le aplique su coeficiente intelectual (CI) debe superar 120.

Los niños que se denominan “superdotados” tienen una gran motivación por lo que les gusta, llegando a ser obsesivos. También son creativos, siendo capaces de generar respuestas nuevas e ingeniosas ante nuevas situaciones o retos.

FORMAS DE TRATAR. Ponce asegura que si un docente se encuentra con un niño con estas capacidades debe dejar que el menor actúe normal, no se los debe tratar de forma especial, porque eso sería un determinante para que el resto de la clase o él mismo se excluya del grupo. Laura Loza, psicóloga educativa, recalca que lo mejor que debe y puede hacer un docente es adaptar su currículo a las necesidades del niño. De igual forma opina Karla Intriago, profesora de la unidad educativa Acuarela. 

Intriago indica que se deben aprovechar las capacidades de los niños con el desarrollo de actividades lúdicas, motrices, cognitivas. Asimismo sostiene que los padres deben valorar estas capacidades y apoyar a sus hijos para que las desarrollen, pero siempre que no se olviden del estado emocional de los menores. 

IDEAS. Elizabeth Vélez, directora de la unidad educativa Ensueños, dice que estos niños pueden tener intereses distintos a los de sus compañeros, por lo que sugiere a los padres de familia prestar atención a sus inclinaciones por el arte o los números, ayudándoles a desarrollar esas habilidades. 

Wellington García, docente de la unidad educativa Santo Tomás, sugiere que a los estudiantes con capacidad intelectual más elevada que el resto de la clase se les lleve o recomiende que visiten lugares donde puedan aprender cosas nuevas, tales como museos, bibliotecas. Además de hablar con ellos, para saber que es lo que más les interesa y así poder orientarlos a realizar actividades según  sus preferencias. 

El niño “superdotado” debe tener un ambiente tranquilo donde pueda leer y estudiar es una de las recomendaciones. 

Laura Loza explica que es aconsejable inscribirlos en actividades extraescolares, como los deportes. Loza

comenta que el básquet ayudará para que los niños desarrollen la agilidad mental, y el fútbol, la concentración. Asimismo recomienda otras actividades para que el menor practique fuera del horario habitual de estudios con el ajedrez o la natación. 

“No es bueno ni aconsejable que a un niño  que presente un intelecto superior se le recargue de tareas o actividades  de aprendizaje, debido a que por la edad el menor podría sufrir de hostigamiento”, sostiene Loza.