Velásquez aconseja corregir los malos hábitos en la lectura como la postura incorrecta, puesto que hay una lenta percepción de palabras y números. “Esto evita que haya un desarrollo mental óptimo”, explica.

A través de una lectura rápida se desarrolla la parte lógica y racional, esto a través de técnicas como memoria fotográfica, mapas conceptuales, mapas mentales, sacar ideas principales y secundarias de la lectura, asegura Velásquez.

Helen Barcia, estudia Finanzas en la Universidad San Gregorio de Portoviejo (USGP). Ella cuenta que lee por las noches, y esto le ha ayudado a ser una persona más proactiva. Además dice que el nivel de aprendizaje aumenta, debido a que las capacidades cognitivas como memoria, atención y percepción se desarrollan. “La lectura de libros de motivación me ha fortalecido como persona y ayuda en el proceso de aprendizaje”, explica.

Los expertos aconsejan realizar ejercicios de destreza mental entre 10 y 15 minutos diarios.

Karla Astudillo, directora del Centro de Transferencia de Tecnologías (CTT) de la USGP, dice que para educar de una manera fácil se debe conocer la preferencia sensorial de aprendizaje de una persona. A través de un test se puede definir si las personas aprenden escuchando, viendo o tocando.

“Lo mejor es utilizar técnicas en esa área para fortalecer tanto la memoria como el razonamiento”, dice Astudillo.

“Tras prácticas de sudoku, ajedrez y crucigrama me siento más ágil y relajado”, dice Eddie de la Cruz.

Él estudia en el colegio 25 de Mayo de Crucita y señala que estos juegos ayudan a desarrollar la habilidad mental en las personas.

En la actulidad con los smartphone se pueden descargar aplicaciones para hacer ejercicio mental, como el “Brain Game”.