El brillo y sabor de la mandarina manabita, especialmente la que se cosecha entre Flavio Alfaro y Chone, la convierten en la ideal para degustarla en la Sierra y el extranjero.
En estos días es normal apreciar el desfile diario de cientos de camiones, provisto con recipientes especiales, hacia los cantones señalados, ya que la cosecha veranera está en auge y esto hace que los precios se encuentren en su mejor momento.
Carlos Escola, por ejemplo, es oriundo de Ambato y realiza tres viajes por semana hasta Flavio Alfaro para abastecerse del producto que vende a los comerciantes de la localidad. En sus diez años en la actividad asegura que todos los años –para esta fecha- acude a Manabí para abastecerse, ya que la calidad de la mandarina es la mejor del país.