Ambos equipos decidieron jugar de blanco: Oriente con su camiseta titular y la U con la suplente. 

Supuestamente, el cuarto árbitro, Fernando Quispe, había revisado las indumentarias una hora antes del inicio, pero no se dio cuenta del problema, informaron medios locales.

Cuando ambos equipos estaban en cancha vestidos iguales, el árbitro decidió que el partido no iba a arrancar salvo que uno de los dos cambiara de color la casaca.

El caso es que ninguno de los dos clubes había llevado una camiseta alternativa. 

Para solucionarlo el delegado de Universitario mandó al utilero al mercado local La Ramada para que comprara camisetas falsas del club, mientras que los dirigentes de Oriente mandaron al suyo a su sede para traer indumentaria.

El utilero de la U llegó con una tanda de camisetas rojas pero todas del Stuttgart alemán, que hasta tenían la publicidad de Mercedes Benz. 

Los de Universitario se calzaron la del Stuttgart, y a la cancha. 

Al final el Oriente goleó 4 a 0, con tantos de Dos Santos, Estigarribia, Meleán y Vargas. Faltaban Nico Cabré y Adrián Suar.