Marta Mero, docente parvularia de la escuela “Reales Tamarindos” de Portoviejo, recomienda que una de las actividades que pueden compartir padres e hijos es revivir los juegos tradicionales. “Los padres pueden dibujar en el patio de la casa una rayuela y compartir por alrededor de una media hora esa actividad en conjunto con toda la familia”, asegura Mero. Otros juegos tradicionales son hacer bailar un trompo, o hacer volar una comenta, pero lo fundamental de la actividad es que se pueda compartir y afianzar la unión familiar. 

 

REPASAR. Que los estudiantes  realicen un repaso por una hora diaria de los contenidos de las materias en las que tengan más falencias es otra recomendación, según indica Yadira Álava, docente de la escuela “24 de Mayo”. 

La actividad es un refuerzo del proceso de aprendizaje, que ayudará a que el alumno no pierda contacto con lo que ha aprendido durante todo el quimestre y servirá para la continuidad con la segunda mitad del año de estudios. 

Al igual que Álava, Orlando Tejena, docente de la unidad educativa “Juan León Mera”, expresa que los niños deben escribir o leer una historieta por una hora diaria y practicar al menos un ejercicio de matemáticas al día. 

Además, Tejena recomienda que los niños en estas vacaciones sean controlados al momento de ver programas de televisión. “Lo que sugiero es que vean vídeos o películas educativas, por no más de dos horas diarias”, explica Tejena. 

 

VISITAS. Los parques, el cine, la playa, ríos, piscinas, o incluso museos son tantos lugares que pueden visitarse en familia para compartir momentos de diversión. 

Aunque la mayoría de los padres no esté de vacaciones, pueden hacerse un espacio en medio de todas sus actividades para compartir con sus hijos, expresa Auxiliadora Giler, docente parvularia.  

Esta educadora explica que las vacaciones para los niños significan “un respiro” de las clases y es por eso que los padres deben buscar la manera de que los niños se diviertan y conozcan nuevos lugares, pero siempre procurando que de esas experiencias obtengan conocimientos que les sirva en el futuro. 

Giler comenta que una opción es un viaje a destinos turísticos dentro de la provincia. “Con un viaje, los niños pueden aprender geografía o reconocer esos sitios que han estudiado o de los que han escuchado hablar; identificar la diversidad de costumbres y tradiciones, artesanías, de gastronomía”, indica Giler. 

Elizabeth Vélez, directora de la unidad educativa “Ensueños”, sostiene que en este período de vacaciones los padres deben llevar a sus hijos a conocer nuevos lugares, porque esta es una buena forma para que los niños se enorgullezcan del país. 

“No sólo se puede recorrer la geografía de la provincia sino del país, pueden visitar los lugares más representativos que se tiene planeado acudir, estos viajes se los debe hacer en familia”,       dice Vélez.  

 

TURISMO.  Silvia Vásquez, gerente de la agencia de viajes “Sami Travel”, comenta que la tendencia de quienes que se van de paseo a distintos lugares del país es hacer una combinación entre destinos turísticos de la Sierra y concluir el recorrido en Mompiche, Esmeraldas. 

“En esta temporada, los destinos más escogidos por nuestros clientes son las instalaciones del Decameron Mompiche y Punta Centinela, en Ecuador, y Punta Sal en Perú”, comenta Vásquez. 

Dos noches y tres días en Decameron Mompiche cuesta unos 150 dólares por persona; Punta Centinela 138 y Punta Sal 158 dólares, sin traslado a las instalaciones de descanso. Un tour de cinco noches y seis días por Baños, Riobamba, Cotopaxi, Quito, Atacames y Mompiche tiene un valor de 385 dólares para adultos y 305 dólares niños, en un grupo superior a 30 personas.