Santiago Pazmiño Rendón, en representación de los demás padres, señaló: “Señor presidente de la República, economista Rafael Correa, me han delegado estos dignos padres y madres de familia para que lleve hasta su estrado una disculpa pública y sincera por todos los jóvenes estudiantes que ahora se encuentran privados de su libertad...”.

Ante las declaraciones, Correa se manifestó ayer a través de su cuenta en Twitter donde indicó que no es a él sino a los policías heridos a quienes se les debe pedir perdón.

“Si quieren pedir perdón, pídanselo a la ciudadanía, y especialmente a la familia de las decenas de policías heridos, dos de ellos de gravedad. Falta mucho para aprender a asumir nuestras responsabilidades: primero, los jóvenes que participaron en desmanes; luego, sus padres’’, publicó el mandatario.

Protestas continuarán. El presidente de la Federación de Estudiantes del Ecuador, Mauricio Chiluisa, anunció que continuarán con las protestas. 

Criticó la amenaza del ministro de Educación que dijo que los manifestantes serán expulsados del colegio Mejía. 

Chiluisa expresó que esa decisión le corresponde al distrito de Educación y no al ministerio. 

Mientras, a la espera de su juzgamiento el próximo lunes 29 se mantienen 53 jóvenes, que cumplen prisión preventiva por diez días por su supuesta participación en las protestas del jueves, en las inmediaciones del colegio Mejía. Su defensa la tomará el Colegio de Abogados de Pichincha, señaló el presidente de este gremio, José Alomía.

Los abogados aseguraron ayer que fueron aprehendidos de manera violenta, mientras unos participaban en las protestas en contra del alza de pasajes, y otros solo transitaban por el sector. 

Sanciones. El presidente Correa también felicitó el ‘‘profesionalismo’’ de los policías que enfrentaron esas protestas en Quito la noche del jueves pasado al exterior del colegio Mejía. También dijo que “lamentablemente se ha tenido que sancionar a unos pocos que cayeron en provocaciones”, y señaló que los manifestantes han sido los provocadores que perjudicaron la carrera de algunos de esos policías.