Miércoles 3 de septiembre del 2014.- la Corporación Provincial, reunida en Portoviejo, a través del Prefecto, manifiesta: “Vamos a integrar una comisión especial, que reúna todos los documentos limítrofes, para entregarlos al Presidente de la República, donde se demuestra que “La Manga”, es manabita. No es necesaria la Consulta”.
La gente se quedó atónita. Cómo… en once días, cambiaron de criterio. Acaso se dieron cuenta que iban a perder la consulta e inventaron un pretexto, para tirar la pelota al córner. Pero fue el propio Presidente Correa, quien el sábado siguiente, 48 horas después, les tiró “un balde de agua fría”.- 6 de septiembre del 2014, dijo: “la ley de límites territoriales está vigente, y hasta abril del próximo año, deberán estar resueltos estos problemas con las Consultas populares”.
Con estas últimas actuaciones de nuestras Autoridades, en lugar de avanzar, hemos retrocedido. Se perdió el fervor que había renacido en la reunión en Santa Teresa. Todo queda en manos de los documentos limítrofes. Lo que no hicimos en los últimos cuarenta años, queremos hacerlo en 6 meses, hasta el próximo abril, para ver si el Presidente de la República nos da la razón. ¡Qué ingenuidad!. Nos cansaremos viendo al venerable Don Lizardo, cargando cientos de documentos hacia el Palacio de Carondelet… donde nadie le prestará atención, pues similares documentos pueden presentar los hermanos “guayacos”. Ellos lo tienen todo preparado. Me ha tocado leer y escuchar sus “historias”.
Tanto que si los manabitas tenemos la historia real del “Cura Pinto”; ellos se han inventado otro cura, que también abrió una “manga”, antes que la nuestra. A nosotros, nos queda la conciencia tranquila. Hicimos todo lo que pudimos hacer. Y hasta casi fallecemos en aquel viaje del helicóptero… pero fue todo lo contrario. “El que nace barrigón, aunque lo fajen” dice el refrán popular.
Que harán las autoridades implicadas, después de que abril se acerca. Renunciarán. Los arrasará la “revocatoria del mandato”. ¡Amanecerá y veremos”. Porque como dicen los patriotas: “Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen”. Y lo que agregaba Lincoln: “Un pueblo puede ser engañado, todo el tiempo. Pero no se puede engañar a todos, todo el tiempo”.