Hoy en día se habla mucho de una posible restauración conservadora, es decir una coalición o alianza de partidos de la derecha ecuatoriana; no necesariamente de la derecha tradicional que intentan fortalecerse con miras a las próximas elecciones presidenciales, sobretodo por el grado de popularidad y a la alta aceptación a la gestión gubernamental del actual presidente Correa.
Y no es para asombrarse que partidos de esa tendencia tiendan a establecer pactos y estrategias para captar el poder en los próximos comicios; y así mismo se escucha en contrarréplica, según declaraciones de representantes de partidos o movimientos de izquierda o progresistas, no quedarse atrás y formar un gran frente de izquierda o movimientos progresistas para apoyar al proceso de revolución ciudadana y no permitir un hipotético triunfo electoral de la derecha, que vaya con la consigna de eliminar o tirar abajo este proceso de revolución que se está consolidando en la vida política del país.