Esta medida fue tomada por el Gobierno estadounidense tras un video difundido a través de los foros yihadistas donde muestran la supuesta decapitación del periodista James Wright Foley, secuestrado en Siria en noviembre de 2012. 

En el video, cuya autenticidad no ha podido ser comprobada, Foley se despide de su familia y acusa al Gobierno de Estados Unidos de ser el culpable de su ejecución por su reciente intervención en Irak, antes de ser degollado ante la cámara por un encapuchado que habla en inglés.  

El video de esta masacre culmina con el encapuchado amenazando de muerte a otro periodista estadounidense secuestrado, Steven Joel Sotloff, cuya vida “dependía de la próxima decisión de Obama”. 

APROBACIÓN. La medida autorizaría a la Secretaría de Estado a proporcionar el dinero de la recompensa a través de un programa especial creado en 1984.

“Una forma de rendir honor a las memorias de los dos periodistas James Foley y Steven Sotloff es llevar a sus malvados asesinos ante la justicia, por lo que esta medida ayudará a eso”, afirmó el senador republicano Marco Rubio, para quien la recompensa ofrecida es otro mensaje de que Estados Unidos “trabaja sin descanso” para asegurar que “las muertes de estas personas no queden sin castigo”.

Los familiares de ambos periodistas esperan que se haga justicia por la muerte de sus hijos en manos de los islamistas.