Se lo dijo al biólogo Michel Guerrero al culminar su primer encuentro submarino en el 2010 con las mantarrayas que llegan hasta la isla de La Plata, en el sur manabita.

Ni la sentencia ni quien la hizo son irrelevantes: lo dijo Andrea Marshall, probablemente una de las más eminentes investigadoras mundiales de esta especie, exploradora de National Geographic y denominada por la BBC de Londres “La Reina de las Mantas”.

Casualidad. Guerrero cuenta que un año antes él y otro fotógrafo submarino iniciaron un estudio para documentar la presencia de estos peces gigantes. Por su experiencia como operador turístico de buceo y por testimonios de pescadores sabían que llegaban hasta las costas del Parque Nacional Machalilla.

“Ese año identificamos 104 individuos. No sabíamos si eso era mucho o poco”, recuerda.

Meses después una voluntaria inglesa que participó con ellos llevó los datos de forma casual a Marshall, quien en el marco de sus investigaciones globales de esta especia los comprobó con asombro el siguiente año acompañando desde entonces la investigación local.

Hallazgo. Como las huellas dactilares en los humanos, los vientres de las ‘mantas’ gigantes son únicos para cada individuo: son su cédula de identidad y se registra mediante fotografía submarina.

Marshall, Guerrero y su equipo de investigadores han registrado en cinco años de estudios (2009 a 2014) unas 1.500 mantarrayas.

La comparación con los hallazgos en otras latitudes justifica el asombro de Andrea: En Mozambique (África) en 12 años han identificado unas 200, en Brasil una década de inmersiones dan cuenta de 100, en México en casi 30 años se llegan a las 300.

Conforme crecieron los datos creció el proyecto denominado Mantas Ecuador, se implementaron mayores tecnologías, nuevos investigadores y desde este año se consolidó en el nacimiento de la Fundación Mega Fauna Marina del Ecuador.

Liderazgo. En el país las políticas de conservación de esta especie son recientes, pero se han proyectado incluso internacionalmente.

En agosto del 2010, el ahora Viceministerio de Acuacultura y Pesca prohibió la pesca, tenencia y comercialización de ‘mantas’. En noviembre del 2011 la propuesta de Ecuador de extender globalmente la protección para la mantarraya gigante fue acogida en la Convención de las Especies Migratorias (CMS, por sus siglas en inglés). En 2013, el país junto a Brasil y Colombia lograron mayores restricciones internacionales al amparo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES). 

“Ecuador es único, tanto para la conservación como para la investigación”, cuenta Marshall, quien este año, en lugar de participar unos 15 días de las investigaciones, planea pasar seis meses estudiando a las ‘mantas’.