El negro y el gris perla inundaron la colección de Bottega Veneta que se compuso de pantalones a la cintura, abrigos largos y vestidos con el corte muy por debajo de la rodilla, casi por la mitad de la pierna.

Los brillos, las flores y los estampados a cuadros también tuvieron un papel fundamental en casi todas las prendas de su colección.

El "look" masculino, de pantalones anchos, camisa cerrada al cuello y zapatillas deportivas fue una de las apuestas de esta casa de moda italiana, como también lo fueron los vestidos largos de cuello pico y cintura marcada.

Como complementos, los bolsos de mano y los de asas cortas de gran tamaño fueron los reyes de su pasarela, siempre de cuero, y se combinaron con pendientes largos que se visten siempre con el pelo recogido, y gafas de cristales oscuros y de forma cuadrada.

En los pies, Tomas Maier propuso zapato clásico de caballero para el "look" masculino, mientras que para el resto de vestidos apostó por los zapatos de punta y tacón bajo.

Por su parte, Giorgio Armani prefirió el estampado "animal print", de dálmata y serpiente para salpicar todas sus prendas y también sus complementos.

Bolsos de mano de pequeño tamaño, pero también de asas cortas y tamaño XXL, fueron las apuestas para la colección de accesorios, junto con los collares y los pendientes largos, y las maxi-pulseras.

En los pies, sus modelos calzaron zapatos deportivos con cordones, tanto en tonos negros como azules claros.

Emilio Pucci puso el broche final con los vestidos de mangas y minifaldas, acompañados de botas de color "camel" y de ante.

Vestidos cortos, con flecos y largos con tejidos vaporosos fueron sus apuestas veraniegas, como también lo fueron los "shorts" vestidos con chaqueta cerrada.

En los pies, Emilio Pucci apostó, además de por las botas altas, por las sandalias con tacón, mientras que como complementos se dejaron ver los bolsos de mano y los pañuelos anudados al cuello.