El Tribunal Supremo de Corea del Norte condenó el pasado domingo a Matthew Miller a seis años de trabajos forzados por considerar que cometió "actos hostiles" contra el país asiático.
Según apuntó hoy la agencia estatal de noticias KCNA, Miller tuvo la idea "estúpida" de ser testigo de las condiciones de los derechos humanos y para ello provocó su detención, lo que es "un insulto" para el régimen norcoreano.
El estadounidense fue detenido el pasado abril cuando a su llegada a Pyongyang rompió su visado de turista en pedazos y gritó que iba a solicitar asilo en Corea del Norte, según relataron entonces los medios estatales.
La nota de la KCNA de hoy asegura además que Miller había preparado "material electrónico que supuestamente contenían información sobre las bases de EE.UU. en Corea del Sur" y que con sus actos buscaba convertirse en "alguien famoso".
El joven de 25 años es uno de los dos turistas estadounidenses arrestados en el hermético país comunista en los pasados meses.
El otro es Edward Fowle, de 56 años, que se encuentra a la espera de ser juzgado después de ser detenido en mayo acusado de dejar una biblia en la habitación de su hotel.
Además de estos dos turistas, Corea del Norte retiene al estadounidense de origen coreano Kenneth Bae, un misionero y touroperador de 44 años que fue detenido el 3 de noviembre de 2012 cuando encabezaba un viaje organizado en la zona económica especial de Rason, en el extremo noroccidental de Corea del Norte.