A su paso por la ciudad, Saab recordó que fue su abuelo, de ascendencia libanesa, quien decidió emigrar a Ecuador y por un error en la orientación del barco, en vez de llegar a Guayaquil, llegó a Manta, para luego de un tiempo, establecerse en Bahía con la venta de telas importadas.
Recordó que su ubicación siempre fue la calle Ante y Malecón, donde se generaba todo el movimiento comercial, que fue tan productivo que su marca también se posesionó en Guayaquil y Quito.
Fue en 1973, que un incendio “devoró” el local de La Costeña, por lo que se vieron obligados a viajar a Guayaquil, para continuar con sus actividades, sin dejar que desaparezca la marca en la ciudad.
Ahora tienen un edificio funcional donde alquilan locales y oficinas.