El presidente francés señaló que su decisión responde "a la solicitud de las autoridades iraquíes para acordar apoyo aéreo" y encargó al primer ministro, Manuel Valls, que informe de la intervención a los distintos grupos parlamentarios franceses.

"Mi decisión está fundamentada en el desafío a nuestra propia seguridad. También hay que luchar en Francia contra el terrorismo", agregó Hollande, que cifró en "unos mil" los jóvenes de nacionalidad francesa que se han sumado a las filas del EI.

En ese sentido, señaló que algunos de esos jóvenes "pueden volver con el peor proyecto en la cabeza", en referencia a los cuatro asesinatos del Museo Judío de Bruselas del pasado mayo, cometidos presuntamente por Mehdi Nemmouche, de quien se sospecha que estuvo enrolado durante más de un año en Siria en las filas del Estado Islámico.

El presidente de Francia describió un terrorismo que ha cambiado de dimensión y que nunca dispuso de tantos medios: "militares, financieros y humanos" y que quiere "tomar el lugar" de los Estados.

"No solo Irak está amenazado, no solo Oriente Medio, sino Europa y el mundo", agregó Hollande, que recordó que el Gobierno francés ha hecho adoptar esta semana un proyecto de ley para luchar contra la captación de terroristas en Francia.

El pasado lunes, coincidiendo con la celebración en París de una conferencia sobre la paz y la seguridad en Irak, en la que participaron representantes de 24 países más la Liga Árabe, la ONU y la Unión Europea, cazas franceses Rafale comenzaron a sobrevolar Irak. EFE