Actualizado hace: 930 días 17 horas 31 minutos
Edwin Delgado
Portoviejo

E n el 2008 se pedía que la sede de la Asamblea Nacional en Montecristi. Se demandaba vientos de cambios.

Martes 16 Septiembre 2014 | 04:00

Al haber reorganización que afecta a Portoviejo, ahora sí, hay cuestionamientos.  
Por décadas de inacción, vino el mérito al revés. Es algo ´ganado´. No propusimos cambios. 
Pero nunca ha habido ese interés recalcitrante para que mejoren los servicios básicos en el cantón (Cuenca fue declarada en el 2007 Ciudad Saludable por la Organización Panamericana de la Salud). 
Porque la ciudad sea atractiva para la inversión.   
Le hacen un favor a nuestra urbe, quitándole pesados fardos al que se había visto como oasis.
Lo que está sucediendo me recuerda una fábula, resumida sería: el monje pide al estudiante que lance al vacío a la única vaca que sostenía a la familia. 
Vuelve a pasar a los años por aquel lugar el estudiante, ve una enorme casa, muestra de que todo está bien para quienes la habitaban. Pregunta si la propiedad cambió de dueño, responden que no. Que ante la pérdida de la vaca, tuvieron que ingeniarse para empezar de nuevo. Y les fue mejor. 
Esto sirve para graficar que al principio todo cambio es duro, pero uniendo fuerzas se logra salir adelante.  
Justamente eso hace falta. 
A quienes se eligieron para estar al frente de la municipalidad corresponde liderar acciones, sin embargo no todo el peso debe dejárselo a un mismo hombro. Repartamos el peso. 
Corresponde a las universidades asentadas en la capital de los manabitas, trabajar en conjunto para bosquejar la urbe fabril, emporio de riqueza.
A los ciudadanos, cumplir el rol que nos toca. 
A los funcionarios y empleados municipales, que la animadversión sea dejada a un lado, ellos han puesto empleados-sindicalistas como concejales, sin ningún aporte para la ciudad.
Los concejales (comentaba un joven abogado, que muchos toman a la ligera el rol del concejal, de lo trascendental de su gestión) son asambleístas, pero locales. 
Ya pasó de moda el edil legislador y fiscalizador.
Modernizarse, ser proactivos, no reactivos, es la tónica. 
Y el alcalde, vaso comunicante, creando anastomosis.
Para de una vez por todas eliminar el término ciencia ficción asentado por estos lares: aquí es poder y no querer. 
Portoviejo nace de ti, es más que un eslogan. Es la espada de Damocles que pende sobre la cabeza del burgomaestre y del cuerpo edilicio. Es un compromiso de trabajo, que al final de la jornada, con la puesta del sol de su gestión, servirá de juicio por lo que hicieron o dejaron de hacer. 
Portoviejo no puede seguir atrapado entre la modernidad y el oscurantismo. 
Debido a que la situación es más seria de lo que muchos creen, casi kafkiana. 
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