Debido al colapso de la alcantarilla, parte de la estructura de cemento se rompió y las aguas servidas fluyen por la calle que divide a los dos sectores, ocasionando un mal olor.

Angélica Estupiñán indica que este problema surgó hace dos años.

De su parte, Segundo reyes, otro de los moradores, sostuvo que producto del robo de la tapa del sumidero los niños y malos vecinos lanzaron objetos provocando el colapso.

“En las noches es terrible, y en los días de sol es peor”, manifestó.

Bella Marcillo es una de las perjudicadas. Ella vive cerca del daño y afirma que no puede vivir tranquila.  “El mal olor no deja dormir” agregó.

Ellos piden ser tomados en cuenta por la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Epmapa). Desde el departamento de Comunicacón  de la Epmapa, se informó que este sector no está registrado entre los clientes de la empresa, por lo que se les dificulta la intervención. Sin embargo, agregó que técnicos irían a realizar una inspección.