Un niño chino llamado Yang Junxi fue a lavarse las manos en el río Laozhoulin, en China, pero se encontró con una espada que tenía 3.000 años de antigüedad, según indicaron los medios de comunicación.
El infante entregó la prenda a la oficina de Patrimonio Cultural del departamento de Gaoyou. El museo municipal envió primas (regalías) al niño y su padre “por donar y proteger una pieza que es de patrimonio cultural”, según publicó el portal web quees.com.
Expertos confirmaron que la espada tenía aproximadamente 3.000 años de antigüedad.