Con frecuencia se escuchan expresiones a modo de rechazo a la manera cómo se recibe a los afiliados al IESS, por ejemplo, no sólo por quienes dan turno a través del cuestionado sistema “call center”, sino por la misma atención de la entidad, administrativa o médica.
Sobre el particular, en alguna sabatina el presidente Rafael Correa motivó a los usuarios a presentar las denuncias respectivas para tomar correctivos y mejorar la atención, lo que debe hacerse cuando se presentan los casos.
Sin embargo, justo es indicar que también hay instituciones en donde la atención es oportuna, eficiente y educada; incluso algunas de ellas solicitan vía correo electrónico el parecer del ciudadano sobre el trato recibido. Aquello es meritorio.
Al igual, hay que reconocer que una apreciable cantidad de personas son exigentes en su peticiones, rayando generalmente en la grosería.
Esperamos, entonces, que exista una concienciación de los derechos y obligaciones de cada uno, para que, con respeto mutuo, la atención sea la adecuada y se logre el servicio que satisfaga a ambas partes.