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Tonio Iturralde Cevallos
6 de agosto - García Moreno

Jueves 11 Septiembre 2014 | 04:00

El 6 de agosto es una fecha memorable y, quiero recordarla no para estacionarlos en el pasado sin mirar el futuro, sino para aludir un tema que nutre nuestra historia. En esta fecha recordamos la muerte de Gabriel García Moreno y su nacimiento para la historia. Como afirma el historiógrafo Alfredo Cedeño, el referido personaje “fue el primer constructor del Estado-Nación”; con él comienza la organización administrativa del estado, los empleados empiezan a cobrar sus sueldos y no aceptaba que le recomienden a nadie para un cargo público.

En medio de la pobreza de la patria, sin aumentar los impuestos, ni contraer empréstitos, realizó gigantescas obras. En materia de educación abarcó desde la universidad hasta la enseñanza primaria, creó la Facultad de Medicina, construye hospitales, casa de huérfanos, casa de expósitos, el observatorio astronómico y el conservatorio de música; construyó cuatrocientos km. de camino de herradura, trescientos km. de carretera y más de cien puentes.
Encaminó los proyectos del ferrocarril y el telégrafo; creó la escuela politécnica donde se estudiaba arquitectura, ingeniería y artes industriales, incorporando profesores extranjeros, incluso laicos. 
Constituyó la escuela de artes y oficios y perfeccionó al Ejército en materia militar y educativa; en cuanto a los indios del oriente, encarga a los jesuitas su civilización; fue implacable con la delincuencia, persiguió y castigó a los malos sacerdotes para ver a la iglesia grande, poderosa, pura.
Los ingresos provenientes de la aduana, del estanco, del aguardiente y del tabaco aumentaron las rentas nacionales y nuestra moneda llegó a estar a la para del dólar. García Moreno incluyó todo dentro de su plan para salvar a la patria.
Estas inimaginables obras las realizó autoritariamente, al punto que sus enemigos le llamaron tirano sin observarse que llegó a la presidencia por el voto popular, que en su mandato aparecieron más de 13 periódicos y sus adversarios no conspiradores podían vivir tranquilos. Mas esta tolerancia no lo exime de su tiranía, fusiló alrededor de 40 personas, similar a otros presidentes que superaron tal cantidad y, sin embargo, no fueron tildados de tiranos.
Su obra colosal, regeneradora y civilizadora, lo hizo admirar por sus propios adversarios. Después de su muerte, el 6 de agosto de 1875, Juan Montalvo, ante la desgracia del país, en su ensayo “Joya Literaria” dijo: “Yo de buena gana le hubiera dejado la vida al tirano”. 
También el congreso de la República, mediante ley lo declara el primero entre los más preclaros ecuatorianos, quién amó a la religión y a la Patria hasta recibir por ellos el martirio. 
García Moreno tuvo la locura del genio, con sus virtudes y defectos transformó al país. 
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