La semana anterior comenté que Quito es de lejos la capital económica del Ecuador y daba mis razones. Un lector me escribe y me recuerda que olvidé mencionar como aportantes al crecimiento de Quito, a los organismos internacionales que tienen su sede en la ciudad. Es cierto. Tienen funcionarios y empleados que disfrutan de apetitosos salarios que circulan en su economía. Pero Quito, también decía la semana anterior, quiere más y el gobierno municipal de ahora está comprometido con desarrollar un esquema que apunte a convertir la ciudad en un centro regional de inversiones. Aunque este objetivo tiene mucho que ver con las decisiones del gobierno central en algunas materias, tenerlo como meta municipal es altamente encomiable. Por eso Quito, que tiene ya bastante en relación a otras ciudades del país, hoy está promocionando, entre otras cosas, un parque industrial nuevo, nuevas facilidades para el turismo receptivo para citar dos ejemplos. El tema es atraer inversión y dólares a Quito.