Más de un centenar de activistas a favor de una reforma migratoria justa se dejaron arrestar frente a la Casa Blanca en un acto de desobediencia civil para reclamar al presidente de EE.UU., Barack Obama, un alivio para los 11 millones de indocumentados que corren el riesgo de ser deportados.
Las detenciones, cerca de 140, según los organizadores fueron la culminación de una marcha que comenzó ante la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) para pedir a Obama que legalice “a la mayor cantidad de inmigrantes como le sea posible”.