Entre las características que definen a las ciudades competitivas están: participar en el mercado nacional e internacional de bienes y servicios, incrementar el ingreso real y el bienestar social de los ciudadanos, promover el desarrollo sustentable y la cohesión social combatiendo la exclusión. En este escenario el índice de competitividad urbana estaría compuesto de estas dimensiones: marco y dinamismo económico, marco social y político, servicios a ejecutivos, a empresas, infraestructura  y conectividad física, capital humano, sustentabilidad medio ambiental y el “poder de marca”.

Estos índices deben aportar información útil para diseñar, priorizar y dar seguimiento a las políticas públicas que promuevan la competitividad y en particular de su zonas urbanas, requiriendo urgentemente de una innovación institucional a nivel de ciudad, buscando una figura de administrador urbano, midiendo el desempeño con base a resultados; y, sobre todo, aplicando mecanismos eficaces de rendición de cuentas, ya que si un gobierno local no tiene información sobre su labor será difícil mejorar su gestión, lo que conlleva la capacidad para generar riqueza y reducir la pobreza.

La ciudad de Cuenca ha atraído una gran cantidad de jubilados extranjeros que llegan por el buen vivir de estas tierras y por su magníficos servicios de comunicación, electricidad, sociales, equidad de salud, vivienda bienestar social, etc. En cambio, a nivel local hemos sufrido en parte un proceso inercial histórico de empobrecimiento institucional; pero actualmente estamos en un punto de quiebre para establecer un índice de competitividad urbana positivo para Portoviejo. Y para comenzar dentro de estas dimensiones está el poder  de marca diseñada por esta nueva administración con el Proyecto de Portoviejo, una capital con marca – Portoviejo Nace de Ti -, para así recuperar, a futuro, su verdadera capitalidad con una ciudad sustentable para invertir vivir o descubrir.