Una de ellas es Ana Lucas, quien menciona que en el lugar todos botan la basura y no les importa que el mal olor y la insalubridad afecte a las familias que viven por allí.
Kléber Mendoza, religioso que labora por el sector, dice que uno de los objetivos de él como educador es incentivar a sus alumnos a no botar basura, pues aparte de dañar la imagen, afecta la salud de todos.