Él cuenta que en el parque forestal los perros realizan sus necesidades y sus dueños no lo limpian. “Esto hace que los que corremos estemos más pendientes del piso que de hacer deporte”, dice.
De igual forma, en el parque Jorge Cevallos Calero, Dalton Cedeño dice que hay algunos “malos ciudadanos que no recogen esos desechos”.
Aníbal Molina, comisario de Higiene y Aseo del municipio, comenta que existe una ordenanza para esto, la cual cita que “los perros y gatos
podrán ser movilizados con sus respectivas correas, y su propietario o quien esté al cuidado del animal será responsable de recoger los
desechos biológicos que éstos dejen en el espacio público”.
Quienes incumplan lo antes señalado, según la ordenanza, serán multados con el 10% de un salario básico unificado (SBU) a 5 SBU, dependiendo del grado de inobservancia y la gravedad de la infracción.