El sector es más seguro y por eso el movimiento comercial se ha incrementado, comenta.

Bazurto tiene una despensa que, según él, hace tres años pasaba desapercibida, pero ahora está más surtida. 

El negocio, que funciona en su casa, se ubica en la manzana C de la primera etapa del barrio, justo a una cuadra de donde hace tres años explotó una bomba que destruyó tres viviendas. “Desde aquel suceso La Pradera era conocido como uno de los sectores más peligrosos de Manta. En aquel entonces la gente vivía intranquila debido a la inseguridad”, recordó el morador. 

Ahora la situación es distinta. Desde que bajaron los índices de delincuencia en la ciudad y desde que se construyó una nueva Unidad de Policía Comunitaria (UPC), en la ciudadela se respira tranquilidad, dijo. 

Diligencia. Kléver Pagalo, cabo de Policía de la UPC, dijo que la tranquilidad de la gente se debe a que la vigilancia se ha incrementado. “Se hacen rondas policiales las 24 horas del día en turnos rotativos y además contamos con dos patrulleros, tres motocicletas y con 16 policías”, indicó. 

Recordó que hace dos años en el sector había una UPC  con tres  agentes.

Señaló que además se trabaja con la comunidad. “En el 90 por ciento de las viviendas se han instalado los botones de pánico y eso los ayuda a estar en contacto”, enfatizó. 

También se dan charlas de seguridad dos o tres veces al mes a los moradores en la UPC, o en el barrio cuando los invitan, declaró Pagalo.