Se trata del edificio de la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM) y el de la Corporación Nacional de Electricidad (Cnel) en Tarqui. Ambos fueron construidos hace más de quince años y nunca han sido remodelados.

Actualmente en las plantas bajas de estos edificios funcionan entidades públicas, el resto de las dependencias están desocupadas. 

El edificio de la EPAM tiene ocho pisos. La planta baja está ocupada por la administración; el primero, cuarto y quinto pisos también alojan oficinas, entre ellas algunas municipales como Cultura, Coactivas, Gestión de Riesgo, Serma y Terminal Terrestre. 

Jorge Zambrano, alcalde de Manta, manifestó que en el estado en que se encuentra el inmueble es incómodo servir a la ciudadanía. “Las escaleras son estrechas, hay poca luminosidad, el ascensor está dañado, no se puede trabajar así, por eso presentaré una propuesta a la ciudadanía por medio del directorio de la EPAM para vender el edificio”, dijo Zambrano a Manavisión.

El alcalde también mencionó que con el valor de la venta se construiría otro edificio con las condiciones necesarias para dar un buen servicio. Al sacar a la EPAM de este sector habría una mejor movilidad, acotó. 

Al consultarle a Carlos Párraga, gerente administrativo, sobre el tema, dijo que  de eso solo se encargaba el alcalde.

Alberto Quiroz, ciudadano, señaló que los departamentos del edificio que están desocupados deberían ser utilizados por entidades. 

 

 OTRO EDIFICIO. El edificio de la CNEL de Tarqui también está deteriorado. Galo Moreno, abogado, recuerda que esta estructura se construyó en 1983 con el fin de ser una torre más del desaparecido hotel Manabí y que por deudas, hace unos 15 aproximadamente pasó a Emelmanabí, actual Cnel. 

Moreno tiene un negocio cerca al inmueble y señaló que hace ocho meses empezaron a caer pedazos de la estructura a la calle, lo que provocó las quejas de los transeúntes. Este problema fue solucionado por la Cnel, pero el edificio continúa en malas condiciones. 

Waldemar Pacheco, administrador de la Cnel, dijo que han decidido dejar de laborar en el menor tiempo posible (no especificó cuánto) en el lugar. Para ello buscan un sitio en Tarqui a donde trasladar el punto de recaudación. Luego se hará una consultoría para que se determine si el edificio se puede reconstruir o si es mejor demolerlo. La estructura tiene tres pisos, la planta baja se utiliza como un punto de recaudación de la Cnel.