“No lo he podido comprobar plenamente, pero parece que en nuestro país, solo Portoviejo rinde tributo a un diplomático y expresidente venezolano llamado Pedro Gual, dándole su nombre a una calle de esta ciudad a la que nunca visitó y que, probablemente, nunca ocupó sus pensamientos.

Pero ¿qué hizo el experimentado político venezolano para merecer tal homenaje?

En 1837, a Pedro José Ramón Gual Escandón, el gobierno del Ecuador lo nombró representante ante los gobiernos de Inglaterra y de España para que trabajara en dos asuntos puntuales: la cuantificación de la deuda a los ingleses por los gastos independentistas en los que incurrió proporcionalmente nuestro país, y la celebración en Madrid del Tratado de Reconocimiento de la Independencia del Ecuador por parte de España. Las dos tareas las cumplió de una manera brillante y transparente.

Pedro Gual nació en Caracas el 17 de enero de 1783. Sus padres fueron don José Ignacio Gual y doña Josefa Mónica Escandón. Fue íntimo colaborador de Francisco de Miranda mientras estudiaba Derecho en su ciduad natal. Exiliado por sus actividades independentistas a EE.UU. se graduó de abogado en Washington. Trabajó activamente en labores legislativas en Asambleas de México y Panamá, en 1826, aportando su visión de independencia en calidad de ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores en la Gran Colombia. En 1828 desembarcó en Guayaquil y fue detenido por las fuerzas peruanas de La Mar que se habían apoderado momentáneamente de la plaza”.