La oferta de pescado por libra y de especies pequeñas la hace decenas de personas que trabajan desde las 05h00 hasta de las 11h00 en la zona de playa.

 

Wladimir Lucas, es uno de los comerciantes informales que vende  picudo y albacora. Él aseguró que venden más barato que los comerciantes formales que trabajan en el mercado de mariscos de Playita Mía.

“Acá abajo vendemos a 2,50 dólares la libra de picudo, arriba lo venden a  cuatro dólares. Ellos duplican los precios”, aseguró  Lucas.

Indicó que en el lugar trabajan cerca de 200 personas con pescado fresco y frizado. La comunidad es la que decide que llevar, anotó.

seguridad. Colón Álava, presidente de la Asociación de Comerciantes “Playita Mía”, señaló que la venta informal de pescado se ha vuelto un caos en el lugar, hay una total desorganización y no hay seguridad de la calidad del pescado que se vende bajo pleno sol.

“En el mercado de mariscos el cliente tiene dónde reclamar por la venta de pescado picoso o con bajo peso”, agregó.

Álava señaló que a diario llegan de tres a cinco personas nuevas a vender  pescado y comida preparada en la zona de playa.

Él manifestó que entre los informales se encuentran los socios de la Asociación Los Delfines, de quienes señaló tienen 24 mesas en el mercado de mariscos que no ocupan.

Él cree que la Comisaría de Servicios Públicos debe tomar cartas en el asunto, caso contrario, esta playa será invadida no sólo por la venta de pescado, sino de otros productos.

COMISARÍA. Carmen Cárdenas, comisaria municipal, reconoció la desorganización con que se está trabajando en este lugar. Ella anunció que en los  próximos días tendrá una reunión con las organizaciones que trabajan en esta playa para socializar el problema y encontrar la solución. “La idea es que todos trabajen reguladamente”, anotó.