El suceso ocurrió en octubre de 2013, cuando el policía mantuvo una discusión en un restaurante tradicional chino y comenzó a disparar de forma arbitraria a la mujer, embarazada de 5 meses, y a su marido, el dueño del restaurante, al parecer, después de que la víctima le dijera que no vendían té con leche en el establecimiento.

El marido, Cai Shiyong, sufrió heridas leves en el hombro, mientras que la mujer, Wu Ying, y su no nato, fallecieron después de que ella recibiera dos disparos.

La corte consideró entonces que su crimen tuvo una "abominable repercusión en la sociedad" y que los hechos "estaban claros", por lo que se le adjudicó una pena "apropiada", que ninguna de las apelaciones del policía pudo modificar.

Según la normativa publicada por el Ministerio de Seguridad Pública de China, los oficiales de policía tienen prohibido llevar armas en estado ebrio o cuando se encuentran fuera de servicio.

En su defensa, el policía alegó ante la corte que llevaba una pistola aún estando fuera de servicio debido a las "laxas normativas de su comisaría" y confirmó que estaba "borracho" en el momento del suceso, si bien un informe de un hospital presentado por la defensa indicó que se encontraba sobrio cuando disparó.

Este caso generó tanta polémica en China que incluso el presidente Xi Jinping se pronunció sobre el mismo este año durante un discurso frente a jueces y otros funcionarios del sistema judicial, en el que tachó al sospechoso de "bastardo", según reveló el diario South China Morning Post. EFE