Los jefes militares indican que esto se debe a una reprogramación de las Fuerzas Armadas, que movería al Grupo Aéreo del Ejército (GAE) a la base aérea de Manta y al Grupo de Caballería Mecanizada Tnte. Hugo Ortíz a El Aromo en Montecristi.
Aquello terminaría con la presencia del Fuerte Militar en Portoviejo, desde donde sus helicópteros y tanques partieran en recorrido de vigilancia al resto de la provincia, así como prestó su contingente en el último enfrentamiento bélico con el Perú.
Este cambio debe ser impugnado por la colectividad porque la deja en indefensión, especialmente por el concejo cantonal, para evitar se siga desmembrando a la capital manabita de sus entidades.
Entendemos la visión que pueda tener el mando militar para mejorar su estrategia, pero no esta transferencia que centraliza las unidades militares, cuando la seguridad demanda es precísamente lo contrario, que se dispersen en la amplia geografía manabita.
Más cuando el mismo presidente de la República ha propuesto que la fuerza militar sea colaboradora de la Policía en el país.