Eso dice Dios en defensa al pueblo de Israel. Si no lo cree repasemos la historia. 

 

El faraón egipcio esclavizó y reprimió a los israelitas. 

El imperio egipcio fue destruido. Babilonia trató de exterminar a los israelitas. Babilonia terminó destruida. El rey Carlos “El Grande” defendió a los israelitas pese a las amenazas de la iglesia católica. Ese rey progresó y su grandeza se expandió. 

En el siglo V a los israelitas en España les iban bien y a España le iba bien. España se convirtió en un vasto imperio. Luego España comenzó a perseguir y matar a los judíos. 

En el siglo VII los musulmanes invaden y doblegan a España. Los israelitas se refugiaron en Turquía y encontraron nuevo hogar. Turquía se convirtió en un gran imperio. Hitler de Alemania Comunista quiso exterminar a los israelitas. Hitler y su imperio fueron destruidos. Luego Inglaterra los acogió e Inglaterra se convirtió en la potencia mundial. 

Los israelitas finalmente pudieron volver a la tierra prometida, palestina, y recién en 1948 nació el Estado de Israel. 

Luego Inglaterra traicionó a los israelitas alineándose a los árabes por conveniencias y desde entonces comenzó a desplomarse. De ahí le tocó a EE.UU. defender al pueblo israelita de todos los países árabes vecinos como Irán, Iraq y Siria. EE.UU. se convirtió en la primera potencia mundial. “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré”, dijo Dios en algunos libros de la Biblia.

Y ahora vemos cómo Hamás, un grupo radical islámico, quiere exterminar a Israel lanzando incesantes lluvias de cohetes provistos con la ayuda de Irán y Siria a blancos israelitas tales como aeropuertos en Jerusalén y a sus reactores nucleares. 

Eso es intento de genocidio y exterminio total. Hamás no reconoce a Israel su derecho a existir. Ellos dicen “no somos terroristas, sólo queremos destruir a Israel”. 

La politización global del tema ha oscurecido la parte medular del conflicto y esencialmente descartado su historia, concentrándose sólo en daños colaterales. Es triste como algunas naciones y personas reconocidas quieren hacer ver a Israel como agresor y genocida cuando es lo contrario. Israel se defiende y afirma su derecho a existir. El gobierno de Hamás utiliza civiles como escudos humanos para protegerse y forzar una condena mundial hacia Israel. 

Estas críticas naciones y personas no deben temer a Israel ni a lo que en sí significa, sino al manto divino que los cubre y guía: Dios. “El principio de la sabiduría es el temor del Señor”.