La plaga es fulminante, y no tiene cura conocida, aseguró Gilbert Torres, presidente de la Asociación Nacional de Cultivadores de Palma Africana (Ancupa).
“Cuando un cultivo es afectado la única opción que tiene el palmicultor es botar las plantas”, manifestó Torres.
Los productores buscan opciones para palear las pérdidas que se generan con la extinción de los cultivos afectados por la plaga y que representan alrededor del cinco por ciento.
En Ecuador existen, según Ancupa, cerca de 220 mil hectáreas de palma y siete mil palmicultores cuyos representantes se reunieron ayer en el hotel Zaracay para evaluar salidas a la crisis causada por la PC.
La plaga en Colombia ha provocado que las exportaciones de palma disminuyan en un 46 por ciento en un año.
“Las exportaciones ecuatorianas de aceite de palma constituyen el cinco por ciento del Producto Interno Bruto del país”, señaló Torres.
Representantes del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca asistieron al evento.