Actualizado hace: 930 días 7 horas 44 minutos
Santo Domingo de los Tsáchilas
CRÓNICA DEL DÍA: Mujeres betuneras

A Rosa Basurto no le importa mancharse las manos.

Martes 08 Julio 2014 | 08:28

 Abre su pequeña caja de madera, saca una botella de plástico con tinta negra y con ella humedece un pequeño cepillo. 

Es el primer paso de su tarea. De inmediato pasa el cepillo sobre un par de zapatos. Luego pone el betún y friega el calzado con una franela hasta sacarle brillo.
Sus dedos están llenos de tinta y sus uñas es como si se las haya pintado. 
No le interesa limpiarse sus manos, sabe que luego volverá a llenarse de tinta. 
Así son sus días desde hace cinco años.
Rosa es una de las cinco mujeres que laboran en el parque Central de Santo Domingo como betuneras.
NEGOCIO FAMILIAR
“Me gusta este trabajo porque aquí no hay jefes y me doy más tiempo para estar con mis hijos. No me explotan y me siento bien”, manifiesta Rosa. 
Ella es madre de cuatro hijos, todos menores de edad.
A las 07h00, después de haber dejado a sus niños en la escuela, la mujer ya está en el parque. 
Allí permanece hasta las 16h00 para ir a su casa a ayudar a hacer las tareas a sus “pequeños”.
Vive en Los Rosales sola con sus retoños.
En el parque ella no está sola, le acompañan su mamá, una prima y una sobrina.
Jenny Loor es prima de Rosa y al igual que ella lleva cinco años en el lugar. 
Jenny, de 25 años, tiene dos hijos menores, con quienes vive en el barrio Zaracay.
A la joven le agrada su oficio, que a la vez es su distracción.
Sus dos hijos son su motor para seguir madrugando todos los días. 
A las 07h00 ya está en su lugar de trabajo, donde permanece hasta las 17h00.
Confiesa que el puesto es de su papá, de quien aprendió a lustrar zapatos desde muy joven.
“Es un trabajo que a veces hay y en ocasiones no”, expresa.
Cuando el día es bueno gana hasta 15 dólares, pero cuando no lo es, apenas reúne la mitad, indicó. Aunque ya tiene algunos clientes fijos que la motivan a seguir en la lucha por sus pequeños.
> de las primeras. Ellas recién empiezan, apenas han vivido unas cuantas experiencias en comparación a la odisea de Estefilia Bravo.
La mujer de 55 años lleva 20 entregada a este oficio.
Ella se la sabe todas, para ganar más clientes trabaja desde las 06h00 a 18h00.
Asegura que sus ingresos son irregulares, a veces gana 10 o 20 dólares cuando tiene acogida.
Aunque lleva dos décadas sacando brillo a los zapatos, realmente no ha sido lo que siempre ha querido hacer.
Antes se dedicaba al comercio. Estefilia inició vendiendo morocho en las calles, luego comercializaba caramelos. 
Cuando se cansó de andar y de la delincuencia decidió ser betunera.
Cambió de trabajo porque dice que es seguro y antes tenía que andar por las calles ante la mirada de los ladrones.
Estefilia es oriunda de Cariamanga, Loja. 
En su puesto siempre está acompañada de su hijo, quien le ayuda.
Rosa, Jenny y Estefilia piden a las autoridades que les ayuden con mejores implementos y puestos de trabajo, pues deben laborar bajo el sol y la lluvia. 
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias