Las pérdidas que causa el negocio negro de los contrabandistas hace mucho más obligatorio su control.

En tal situación, es preciso que el gobierno continúe afinando la estrategia que permita al ecuatoriano disfrutar de energía barata, pero, a la vez, que no sea un gran peso para las arcas nacionales.

Se ha dicho que hasta el 2017 tendrá vigencia el subsidio y que a partir del próximo agosto se inicia la venta de las cocinas eléctricas a inducción que remplazarían a las de gas, con precios que variarán según el interés y capacidad financiera del cliente.

Es que, con la puesta en funcionamiento de nuevas centrales hidroeléctricas el gobierno asegura que habrá suficiente energía para el cambio de sistema, logrando así un gran ahorro económico y sin afectar seriamente al bolsillo del consumidor.

Creemos en la obligación del gobierno de encontrar la fórmula de evitar pérdidas con el suministro de gas barato indiscriminadamente, al igual que estimamos que mientras transcurre el tiempo se vaya afinando el programa que a la vez que se hace la defensa del bien público no castigue la economía del usuario.