El cobro por parqueo de vehículos continuará. Así lo aclaró el alcalde Jorge Zambrano tras la derogatoria de la ordenanza que creó la empresa de parqueo tarifado Serma. 

Zambrano dijo que “vamos a cobrar, pero de una manera diferente”. Lo que no precisó el alcalde es si el valor por parqueo será el mismo (50 centavos) o será menor como se ha dicho en otras ocasiones. “El valor lo tendrá que decidir el concejo municipal”. argumentó, al tiempo de indicar que “el candado y la wincha no volverán”. 

Para continuar con el cobro el cabildo analiza destinar varios lugares de venta de tarjetas para parqueo. 

De esta manera no habrá necesidad de estar buscando a una persona para adquirir la tarjeta, dijo Zambrano. 

Sobre el control de los carros para que se respete el tiempo de estacionamiento, el alcalde refirió que se creará un área que administrará el control de los espacios con apoyo de los agentes de tránsito. 

Desacuerdo. Para el concejal Pedro Loaiza, que los agentes vigilen el tiempo de estacionamiento de los vehículos es una idea “absurda”. “Los funcionarios están para recorrer las calles de la ciudad y controlar el tránsito, no para cuidar un carro”, criticó Loaiza. 

Eduardo Velásquez, vicealcalde, aclaró que los agentes sólo sancionarán a los dueños de los carros mal estacionados. 

Esta infracción se paga con 34 dólares de multa y tres puntos menos en la licencia. Mario Franco, ciudadano, recomienda buscar una alternativa de seguridad para los carros. 

LIQUIDACIÓN. Pablo Delgado, asesor municipal, explicó que se contratará un liquidador que se encargará de levantar un informe sobre los bienes y el personal a liquidar de la empresa de parqueo tarifado (Serma).

El pago superaría los 40 mil dólares. El miércoles varios empleados se reunieron para solicitar públicamente al alcalde los reubique, tal como les prometió en campaña, señaló Byron Pacheco. 

El costo del estacionamiento era de 50 centavos y era controlado por personas que entregaban una tarjeta al conductor. 

De no cancelar el valor o pasarse los sesenta minutos, los carros eran trabados con un candado en una de las llantas delanteras.