“Cuando yo me enteré que él me había engañado con una amiga de la hermana, me dolió mucho, fueron momentos duros. Ellos habían salido juntos, se escribían y mantenían no una relación estable, sino más bien un ‘romance clandestino’”, dice.

Ella explica que tenía dos años con Manuel y dudó mucho si perdonarlo o no.

“Me dejé llevar por lo que me dijo él, la hermana y varios amigos en común, así que decidí perdonarlo y continuar con la relación, pero puedo asegurar que no fue lo mismo, desde aquel día ya todo cambió”, sostiene.

Como consejo personal, menciona Cristina, “lo mejor cuando hay infidelidad en una relación es que la pareja se separe, cada uno se tome el tiempo para pensar y no se deje llevar por terceras personas para tomar decisiones”. 

Especialistas. Según Priscila Montalván, psicóloga, después de una infidelidad es muy difícil que la relación vuelva a ser la misma.

“Cuando una de las dos personas falla, se daña toda la relación, no hay poder humano que remedie ese problema”, expresa.

Ella dice que como profesional aconseja que la pareja se separe.

“Yo considero que luego de una infidelidad lo más sano es terminar la relación, esto permitirá que ambas partes analicen los errores que cometieron, y en un futuro, cuando hayan pensado todo, verán si retoman la relación, pero sin rencores”, comenta.

Por su parte Gustavo Mejía, psicólogo, explica que cuando una persona decide continuar con su pareja después que ésta le ha sido infiel, lo mejor es que se busque ayuda para poder olvidar el pasado y afrontar un mejor futuro.

“Continuar la relación tras una infidelidad es una decisión de ambos, si el que falló está arrepentido y la persona herida desea perdonarlo, pueden seguir juntos, pero buscando ayuda para que puedan afrontar lo que pasó, dejando rencores a un lado y pensando en un futuro juntos”, detalla el especialista.

Él dice además que aunque es difícil continuar con una relación después de una infidelidad, si hay amor no existirá impedimento para que estén juntos. 

“La clave para continuar es no tener rencor hacia la otra persona”, expresa Mejía.