La FIFA y el Comité Organizador Local compensarán todas las emisiones causadas por las operaciones que controlan directamente, causadas por el transporte y alojamiento del personal, los oficiales, las selecciones, los voluntarios y los huéspedes, así como las producidas por las sedes, estadios, oficinas y la producción televisiva.

Según sus cálculos estas emisiones alcanzarán las 331.000 toneladas (251.000 correspondientes a sus propias emisiones y 80.000 de los aficionados que participaron en el concurso gratuito) a través de cuatro proyectos de desarrollo, certificados de emisiones reducidas, repartidos por Brasil.

La compensación de emisiones es una forma de limitar su impacto. Lo que se trata es de equilibrar los gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera en un lugar, suspendiéndolos o evitándolos en otro, de manera que el resultado neto sea cero.

La FIFA invitó a los titulares de entradas a compensar las emisiones causadas por su desplazamiento al torneo, independientemente del lugar desde el que viajaran, y a entrar en el sorteo de dos entradas para la final del Mundial, incluidos el viaje y el alojamiento.