Los pronósticos son variados como suele suceder cuando de por medio están las matemáticas de las probabilidades, por lo que las esperanzas de los ecuatorianos para la clasificación a octavos de final siguen vivas, a pesar del traspié que significó la pérdida frente a Suiza.

Superado el trago amargo, ahora regresa el espíritu nacional a reforzar a sus guerreros con vibraciones positivas que se emitirán desde cada hogar ecuatoriano, al igual que la que generará desde donde se encuentre en el mundo cada ecuatoriano.

Queda, entonces, confiar en la entrega que nuestros seleccionados harán en la cancha para lograr el triunfo apetecido y brindar a la afición y al país toda esa satisfacción que anhela y que permitirá ondear con mucho más orgullo el tricolor nacional.

Confiados en ello, esperamos que la “Tri” se pasee hoy en el Arena da Baixada e imponga su clase ante el respetado rival.