La ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas, el sedentarismo, el ritmo de vida acelerado y el tabaquismo se traducen en un aumento en las patologías llamadas “no transmisibles” o crónicas. De éstas, las afecciones cardiovasculares y cerebrovasculares, relacionadas directamente con esta mayor ingesta de grasas, ocupan los primeros lugares como causa de mortalidad a nivel global. Por ello la ciencia médica trabaja sin descanso, aplicando nuevos medicamentos y desarrollando terapias que permitan hacer frente a estos problemas de manera efectiva.

En noviembre del 2013 el Colegio de Cardiología y la Asociación del Corazón de Estados Unidos dieron a conocer un trabajo conjunto, “Pauta para el tratamiento del colesterol en la sangre, tendiente a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares ateroescleróticas”, documento que no ha estado exento de controversias. El médico Jorge Trejo-Gutiérrez, director del Programa de Rehabilitación Cardiopulmonar de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, analiza este trabajo, en su calidad de especialista en el tema.

VISIÓN MÉDICA. Trejo-Gutiérrez es consultado sobre esta nueva pauta terapéutica. “Su principal objetivo es reducir el riesgo de eventos ateroescleróticos coronarios o cerebrales. El cálculo del riesgo de que la persona sufra una enfermedad cardiovascular ateroesclerótica debe ser el inicio de la conversación y no el punto final. Hay que discutir el beneficio potencial, así como los efectos adversos, del uso de los medicamentos conocidos como “estatinas” en la reducción del riesgo cardiovascular, como también las preferencias del paciente. En suma, ayudar a que ambos, él y su médico, tomen una decisión compartida en la terapia, que puede incluir otros fármacos, como aspirina”. Preguntado sobre qué son las estatinas, dice que es “un grupo de fármacos que actualmente son los mas efectivos para bajar los niveles de colesterol en pacientes con hipercolesterolemia, es decir, alto nivel en sangre.  Su efecto inhibe la acción de una enzima clave en la producción de colesterol en el hígado. Sin embargo, tienen otras acciones anti-ateroscleroticas diversas (anti-inflamatoria, anti-coagulante, etc.) que también disminuyen el riesgo de ataque cardiaco y cerebral”. 

En cuanto a las personas que se ven más beneficiadas con el tratamiento, el médico dice que “partiendo de la base de un estilo de vida saludable, que cuide el corazón, es la base de la prevención de enfermedades cardiovasculares, las estatinas pueden ser usadas tanto en forma preventiva como en pacientes que ya sufren una enfermedad cardiovascular”.