La decisión la adoptó hace algunos días el magistrado Mario Carroza, quien indaga la causa del fallecimiento del ganador en 1971 del Premio Nobel de Literatura a pedido de su sobrino, Rodolfo Reyes, según informaron ayer a Efe fuentes judiciales.
Las pericias sobre los restos del poeta han sido solicitadas por Reyes para despejar cualquier duda sobre las razones del deceso del poeta, luego de que su chofer, Manuel Araya, asegurara que no fue a consecuencia del cáncer sino ocasionada por terceros.
Las mismas fuentes indicaron que al equipo de peritos chilenos y extranjeros que ya había analizado las osamentas y descartado un posible envenenamiento a finales del año pasado, se sumará ahora, por solicitud de Reyes, la analista Gloria Ramírez.
Los demás expertos, que ya participaron en el grupo que practicó los exámenes anteriores, son dos españoles y dos chilenos.