Hubo capoeira, samba de roda y otras muchas expresiones culturales brasileñas. Pero las grandes estrellas de la inauguración del Mundial 2014 fueron Jennifer López y Pitbull, artistas estadounidenses de ascendencia latina.
La ceremonia fue corta. No llegó ni a la media hora y sólo dio tiempo para tener algunas pinceladas de un territorio tan vasto como es el brasileño.
Un poco de Amazonas, un poco de playa, un poco de baIle. La organización prefirió ir directo al grano, no gastar demasiado y dejar que el fútbol fuera el protagonista. No era cuestión de distraer a las hinchadas antes del Brasil-Croacia. Por su parte, algunos periodistas señalaron que el audio decepcionó en la inauguración.