Al menos 15 personas murieron ayer y 70 resultaron heridas en una cadena de atentados perpetrados principalmente contra zonas de mayoría chií de Bagdad, informaron fuentes de seguridad iraquíes.
Esta ola de explosiones coincide con una amplia ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL) en varias provincias iraquíes, entre ellas Al Anbar, donde tomaron durante unas horas a cientos de rehenes en la universidad de Ramadi.
En total, estallaron cinco coches bomba y un artefacto explosivo de forma casi simultánea en la capital.