“Yo me encontraba en Guayaquil junto con mi hermano y recibí una llamada de mi mamá aproximadamente las 06h45 diciéndome que mi papá había sido asesinado con varios disparos y que estaba tirado fuera del carro. Fue lo peor que pude haber escuchado”, dijo Francisco Loor.
Él recuerda a su padre como un hombre de comportamiento transparente, dedicado a su esposa, hijos y nietos, quien entregó 28 años a la función pública siendo fiscal en varios cantones.
“Ver a mi padre así, fue un dolor fuerte que nos llevamos mi hermano y yo, pero sobre todo mi madre, ya que ella estuvo cuando ocurrió el hecho”, indicó.
Inseguridad. Desde entonces la vida de la familia Loor Villacreses ha cambiado completamente, ya que él era la persona que los guiaba y los apoyaba siempre, “tenemos que andar custodiados por policías y tomar las debidas precauciones y ya no podemos salir como antes lo hacíamos, sólo confío en mi familia y mi amigo Christian M.”, indicó Francisco.
Por el caso existen varias personas detenidas y aún continúan las investigaciones, por lo cual Francisco dice sentirse tranquilo, ya que espera que los culpables paguen por el crimen.
El fiscal Loor fue asesinado en junio del 2013, a los 58 años.
“Fueron 36 años de matrimonio, mi vida cambió totalmente”, comenta Ruth Villacreses, pero enseguida hace silencio por la tristeza que le significa recordar.
“Lo más doloroso es que quienes decían ser amigos de mi padre, nos han dado la espalda. El mayor homenaje que se le haría a él es que se haga justicia”, concluye Francisco.
Hoy, a las 11h00, se realizará una misa en la iglesia San Lorenzo.