El dinero electrónico, tal como está presentado, es una nueva forma de disponer este recurso que una persona o un gobierno ya tiene. Es decir, antes alguien tenía 100 dólares en el banco y los podía usar a través de un retiro en efectivo, del giro de un cheque, de una transferencia bancaria o algún otro mecanismo. Con el proyecto del Banco Central, en el futuro, a más de las mencionadas formas de disponer del dinero, se lo podrá hacer con un mensaje de celular, claro, con las seguridades del caso.
Este mecanismo debe ser bienvenido porque va a ayudar a llevar el sistema bancario a muchas personas que tienen un celular, pero que no tienen mayor acceso a los servicios de los bancos. Es lo que se llama “bancarizar” más a la gente.
Lo que no estaría bien es que, a pretexto de esta facilidad, el gobierno “emita” dinero para pagar bienes y servicios con dinero que no posee y, por lo tanto, sin respaldo. Ello sería una emisión monetaria que podría llevar a inflación alta y hasta a la desdolarización, tan poco deseada por la gente. Afortunadamente este no es el caso.