Un rebose de aguas servidas causó molestias ayer en la avenida 4 de Noviembre, cerca al comisariato Gran Akí.
Taxistas como Julio Vinces indicaron que este problema les impide laborar normalmente, porque las aguas negras están empozadas justo en el espacio donde estacionan sus vehículos. “Ya no podemos estar aquí, porque la pestilencia es insoportable, esto huele feo, ya es hora de que las autoridades hagan algo para terminar con este problema”, indicó. Las aguas servidas emanan, según Vinces, desde el lunes en la tarde.