Esta es una medida delicada pero necesaria, pues se trata de coordinar una de las actividades más fecundas para la economía local como es el comercio, por décadas presentado como un dolor de cabeza para las diferentes administraciones municipales en razón al crecimiento irregular que se observa.

Varios intentos se realizaron, pero compromisos de carácter político y otros desvirtuaron los intentos, permitiendo que el asentamiento de los comerciantes informales continúe, ocupando más lugares públicos.

Ahora, la dirección de Comisarías y Policía Municipal, del gobierno cantonal en estreno, ha incursionado con energía en el mencionado cometido, señalando parámetros y plazos para que los comerciantes los cumplan, acorde con las disposiciones contempladas en la ordenanza respectiva.

Esto despierta la expectativa popular, que espera se logre el objetivo propuesto para que las leyes no queden sólo en  libro y el principio de autoridad sea ratificado.